FEMINISMO ANTIPARTIDISTA Y POPULAR: CONTRA LA VIOLENCIA Y COMPLICIDAD ESTATAL
Somos mujeres de diferentes edades, nacionalidades, culturas, etnias y condición sexo-genérica que vivimos, estudiamos, trabajamos y resistimos desde Guayaqui. Somos trabajadoras no remuneradas del hogar, estudiantes, trabajadoras rurales, trabajadoras autónomas, profesoras, servidoras públicas, artistas, gestoras culturales, activistas sociales, dirigentes barriales, madres, lesbianas, mujeres trans, cis, migrantes, mujeres en situación de discapacidad.
Nos pronunciamos en rechazo a la violencia en sus múltiples expresiones como consecuencia de esta sociedad capitalista y su estado burgués, rechazamos este sistema instaurado en nuestro país que trae como consecuencia una situación de violencia y precariedad insostenible que nos explota, oprime y discrimina, que incuba la violencia machista en nuestro vivir cotidiano.
Denunciamos que en Ecuador, la escalada de violencias y feminicidios, deja en evidencia su normalización, la complicidad y encubrimientos con los agresores y la ineficiencia del Estado que promueve la impunidad. Vivimos el año más violento para nosotras, pues, desde enero hasta la fecha 272 mujeres han sido asesinadas violentamente. Hoy, injustamente suman 1319 mujeres asesinadas violentamente desde que el femicidio se tipificó en Ecuador, en el año 2014. Recordamos que el femicidio es 100% prevenible cuando la estructura y la voluntad política del Estado funciona.
Recordemos, compañeras. El agresor no actúa nunca solo. Denunciamos la ineficiencia, encubrimiento y violencia del sistema de justicia, como en el caso de Mayra Cristina de 42 años, víctima de violencia física, sexual e intento de feminicidio en Guayaquil, quien exige justicia desde el 2018 y en 2022 el sistema patriarcal, con todas las pruebas de su culpabilidad, absuelve a su agresor. El mismo sistema que encubrió el feminicidio de la Ab. María Belén Bernal, en manos del policía femicida Hernán Cáceres en sus propias instalaciones y quienes varios policías estuvieron presentes. Hasta el día de hoy sigue prófugo ¿Dónde está Cáceres? ¿Dónde se esconden todos los femicidas?
Denunciamos que hay más de 3000 niñas menores de 14 años que son violadas y embarazadas cada año. Cada día hay 11 denuncias de violación a mujeres (a las que hay sumar todas aquellas que no son registradas). Y hay 7 niñas menores de 14 años que paren de sus violadores. Jamás aceptaremos esta atrocidad. Elevamos nuestras voces ante la tortura del embarazo forzado y a nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
Denunciamos que el Estado ecuatoriano no cuenta con un presupuesto adecuado y pone en evidencia la falta de atención a las víctimas de violencia de género y a las vidas de las niñas y mujeres del país.
El Estado ecuatoriano y las instituciones que lo componen tienen la obligación de:
- Determinar como política de Estado la protección de nuestras vidas con medidas que garanticen el cumplimiento de las leyes, junto con nuestra participación como organizaciones de mujeres en la toma de decisiones en las instituciones involucradas, especialmente, en el Ministerio de la Mujer que se anuncia crear.
- Asignar mayor presupuesto para la implementación de adecuadas políticas públicas, programas, servicios eficientes con recursos humanos y financieros a fin de prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género.
- Que el Estado garantice el acceso a los servicios públicos de calidad con recursos humanos suficientes para que los proceso no sean dilatados,
- Establecer políticas públicas para que el sistema de salud sea realmente accesible y libre de violencia para nosotras.
- Rechazar y no dar paso a la privatización de servicios públicos como el IESS, servicio de salud, educación, transporte, entre otros.
- Negar la firma de Acuerdos Internacionales que rechazamos porque atentan a nuestras realidades económicas y soberanía nacional.
- Garantizar el acceso a la educación pública de calidad para las niñas, niños, adolescentes y mujeres, que incluya una pedagogía libre de violencia y la educación integral de la sexualidad, para identificar y prevenir situaciones de violencia de género y violencia sexual.
- Generar fuentes de empleo, rompiendo la brecha laboral que existe para mujeres y disidencias.
- Garantizar Justicia y Reparación para todas las víctimas de violencia de género y de femicidios, a través de políticas públicas que atraviesen el sistema judicial y este se extienda a sus hijas e hijos..
- Garantizar vivienda digna y libre de persecución para las mujeres que vivimos en los denominados “asentamientos irregulares” resistiendo no solo la precariedad de la vida sino también la persecución estatal para desalojarnos.
- Eliminar de los procesos formativos de servidores policiales, pedagogías que avalen la violencia de género y el ejercicio de poder como práctica cotidiana.
- Declarar los servicios de Salud Sexual y Salud Reproductiva y el Sistema de prevención, protección y atención a víctimas de violencia como esenciales, que sean eficientes y de calidad y que cuente con los recursos asignados y ejecutados de manera sostenida.
- Rechazar las acciones extractivistas que dañan nuestro entorno, a nuestra Pacha Mama y nos ponen en grave riesgo ambiental y social.
- Garantizar el acceso al aborto legal y de calidad..
Exigimos Nada Sobre Nosotres, Sin Nosotres.
Erradicar la violencia machista y patriarcal requiere del movimiento de mujeres y de los pueblos para continuar con la lucha por la defensa y protección de nuestras vidas.
Por María Belén, por Nahomi Arcentales, por María, Sindy, Maribel, Julexi, Karla, Katrina, Angie, Emely, Rosa, Denisse, Suanny, Estrellita, Aurora, María Germania, Keyla, Nancy, Allison, Annabella, Ginger, Orlenis, María de los Ángeles, Maricela, Jenifer, Viviana, Liliana, Nahima y por todas las demás.
No vamos a permitir que nos revictimicen. Por ellas seguiremos exigiendo justicia, transformando nuestras lágrimas en fuerza y valor para combatir por los cambios sociales. Por ellas nos crecieron alas.