Te lo explico con plastilina
Educación sexual Integral
¿Qué es la educación sexual integral?
El objetivo principal de la educación sexual integral es promover la salud sexual en los adultos. Debe guiar a las personas jóvenes en el desarrollo de una visión positiva de la sexualidad, proveerlos de la información que necesitan para cuidar de su salud sexual, y ayudarlos a adquirir habilidades para tomar decisiones ahora y en el futuro.
Los objetivos de la Educación Sexual Integral se engloban en cuatro áreas principales:
La educación sexual busca brindar información precisa sobre la sexualidad, incluyendo el crecimiento y desarrollo, reproducción humana, anatomía, fisiología, vida familiar, embarazo, parto, paternidad, orientación sexual, identidad de género, anticoncepción, aborto, masturbación, abuso sexual, VIH/Sida y otras enfermedades de transmisión sexual.
La educación sexual busca proveer una oportunidad para los niños, niñas y adolescentes de cuestionar, explorar y evaluar sus propias actitudes y de su comunidad respecto a la sociedad, el género y la sexualidad. Esto puede ayudar a los jóvenes a comprender los valores de su familia, desarrollar sus propios valores, mejorar las habilidades de pensamiento crítico, aumentar su autoestima e independencia, y desarrollar conocimientos sobre las relaciones con los miembros de su familia, individuos de todos los géneros, parejas sexuales y la sociedad en general.
La educación en sexualidad busca ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades interpersonales, incluida la comunicación, la toma de decisiones, la asertividad, y habilidades de rechazo de los compañeros, así como la capacidad de crear relaciones recíprocas y satisfactorias. Los programas de educación en sexualidad deben preparar a los estudiantes para que comprendan la sexualidad de manera efectiva. Esto incluye ayudar a los jóvenes a desarrollar la capacidad de relaciones íntimas y sexuales afectuosas, de apoyo, no coercitivas y mutuamente placenteras.
La educación sexual integral es un derecho y permite acceder a otros como el derecho a la salud, a una vida libre de violencia y al libre desarrollo de la personalidad.
La educación en sexualidad busca ayudar a los jóvenes a ejercer la responsabilidad con respecto a las relaciones sexuales abordando cuestiones como la abstinencia, cómo resistir presiones para involucrarse en relaciones sexuales tempranas o no deseadas, y el uso de anticoncepción y otras medidas de salud sexual.
Autonomía que evoluciona con el paso del tiempo
Reconocer que las niñas y adolescentes tienen una autonomía que evoluciona con el paso del tiempo. La autonomía debe ser fortalecida mediante el acceso a información acertada sobre sus derechos sexuales y reproductivos.
Así mismo, las personas tienen derecho a mantener límites que ayudarán a prevenir o detener el abuso sexual, la agresión, la violencia y el acoso. Nadie debe coaccionar, abusar o agredir a otra persona.
La Constitución de la República del Ecuador, en su artículo 66, numerales 9 y 10 afirma que reconoce y garantizará a las personas:
9. El derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su sexualidad, y su vida y orientación sexual. El Estado promoverá el acceso a los medios necesarios para que estas decisiones se den en condiciones seguras.
10. El derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su salud y vida reproductiva y a decidir cuándo y cuántas hijas e hijos tener.
Erradicar estereotipos de género
Erradicar los estereotipos de género de ambientes educativos y sistemas judiciales: tomar medidas que promuevan “el empoderamiento de las niñas e impugne las normas y los estereotipos patriarcales” para prevenir o revertir todo tipo de discriminación.
En el caso de Paola Guzmán, los medios de comunicación hace casi 20 años la retrataron como una adolescente provocadora o seductora, evidenciando estereotipos de género que colocaron la culpa sobre la víctima y no sobre el agresor.